Frases

“No se cambian las cosas combatiendo la realidad actual. Para cambiar algo, es necesario crear un nuevo modelo, uno distinto que haga que el actual modelo quede obsoleto".

Richard Buckminster Fuller

domingo, 11 de enero de 2009

Felipe Berríos y la Educación "Cota 1000"

El sábado 3 de enero, el padre Felipe Berríos publicó en su columna de la Revista El Sábado, un comentario respecto de la Educación en las Universidades que están ubicadas en la "cota 1000".

Básicamente, el padre se hacía la pregunta si estos estudiantes se estarían dando cuenta del Chile "real", o si se estarían formando en una "burbuja".

Ante esto, en El Mercurio del 10 y 11 de enero, autoridades, alumnos y ex-alumnos de universidades que estarían ubicadas en la Cota 1000, respondieron al comentario efectuado por Felipe Berríos, y de una u otra manera, hicieron saber su malestar.
Como no soy juez, ni menos abogado, no pretendo tomar partido por ninguna de estas facciones, pues de cierta manera, encuentro que tanto el sacerdote, como quienes se sientieron aludidos, tienen razón en sus comentarios, posturas y visiones. Personalmente, tengo mi propia opinión respecto al tema, y creo que es una que mezcla ambas posiciones.

Sin embargo, como este blog es sobre Liderazgo, basaré mi comentario a partir de las investigaciones que ha hecho de Ronald Heifetz, quien dice: "El fin del Liderazgo, es el abordaje directo de los problemas difíciles, problemas que a menudo requieren una evolución en los valores;su escencia es conseguir que ese trabajo se haga. Los sistema sociales enfrentan importantes desafíos adaptativos. Una estrategia de liderazgo destinada a realizar un trabajo adaptativo, supone condiciones y valores que estén en consonancia con las exigencias de una sociedad democrática." *

Así, creo que Felipe Berríos ejerció liderazgo, en el sentido que "puso un problema difícil sobre la mesa", lo cual hizo comenzar el debate público, "movilizando" a las personas, haciéndolas comentar y pensar al respecto.
A todos a quienes he preguntado respecto de la columna en cuestión y las respuestas de quienes se vieron tocados, todos me han dado su opinión y postura, lo que reafirma mi visión que el padre Berríos si ejerció liderazgo; al menos, dio el primer paso.

Nadie puede cuestionar los dichos del padre Berríos, en cuanto que efectivamente existe un gran número de jóvenes que sí viven en una “burbuja”. Personalmente, lo vi durante mi vida estudiantil básica, media yuniversitaria, donde la gran mayoría de mis compañeros vivían en la cota 1000, y varios de ellos jamás habían bajado de Plaza Italia.

Sin menos preciar los comentarios de quienes respondieron a la columna del padre Berríos, todo lo contrario, pues siento admiración por ellos y por su preocupación por lo social, creo que al igual que en mi “post” anterior, donde indiqué que en los estratos de escasos recursos, la labor de los padres es fundamental a la hora que sus hijos salgan adelante, en los estratos de mayores recursos, el tema de la integridad e inclusión social, también nace de la iniciativa de los padres de los niños y jóvenes que han tenido la fortuna de recibir una educación de calidad.
Tal como mencionaron en las respuestas al padre Berríos, el sentimiento, preocupación y enfoque en los problemas sociales, no es un problema de ubicación geográfica; es un tema que nace de la familia, de los padres que se preocupen de inculcar los valores de solidaridad y preocupación por los más desprotegidos. Es misión de los padres formar a sus hijos con un foco en los demás, en el prójimo, a partir de las propias capacidades y cualidades que cada uno de nosotros tenemos (Inside Out: de dentro hacia afuera).

Sin defender a Felipe Berríos, agradezco que haya “puesto este problema difícil en la mesa”, y agradezco a quienes le respondieron, porque con sus comentarios, muestran que sí existen universitario "cota 1000" que tienen preocupación por lo social, y al mismo tiempo, han ampliado el debate.
Como ya he dicho anteriormente, vivir en una sociedad mejor, es responsabilidad de cada uno de quienes vivimos en ella: De las autoridades, de los políticos, de los universitarios, de los profesores, de los padres, de los hijos... ...de todos nosotros en lo que a cada uno le corresponde.


* De "Liderazgo sin respuestas fáciles", Ronald A. Heifetz, Ediciones Paidos.

22 comentarios:

Romi Matiesen dijo...

Creo que el sacerdote exageró en su comentario, pero estoy de acuerdo con Rodrigo en que existe una gran parte de la sociedad chilena que vive en una burbuja.

Saludos,

Romi.

Anónimo dijo...

Rodrigo, como has indicado en otros post, esto es un tema cultural que requiere de un cambio de conciencia a nivel general.

Me parece que aun exite mucha desigualdad y poca solidaridad social.

Marcelo Jaña.

Anónimo dijo...

Yo estudié en un colegio y universidad del tipo que aludió el cura Berríos.

Creo que exagero en su comentarios, pues somos varios quienes vivimos en el "Barrio Alto" pero que no tapamos el sol con el dedo y sí nos interesamos por lo social.

Creo que no importa el donde uno viva para tener espíritu de servicio publico y social.

Como dice Rodrigo, espero que el sacerdote haya hecho su comentario con buena intención, en el sentido de abrir el debate.

Carlos Schmidt

Marcela Duarte dijo...

Excelente comentario Rodrigo. Me da mucho gusto leer tus post, puesto están llenos de contenido que llevan a pensar y meditar.

En esta ocasión, concuerdo plenamente contigo en que todo nace de la educacíón que nos dan nuestros padres.

Aun así, si a uno no le enseñaron respecto de solidaridad social, siempre existe la posibilidad que nazca de uno mismo poner atención en aquello.

Saludos,

Marcela

Unknown dijo...

y quien NO vive en una burbuja.

Juan Fco. dijo...

Fue un gran acto de valentía plantear un tema políticamente incorrecto. La comparación con las universidades que suspenden parte de su año por protestas y paros fue, eso sí, desafortunada. La conexión con la sociedad no se manifiesta necesariamente vía barricadas.
Las grandes desigualdades de ingreso y de oportunidades están generando una distancia entre chilenos. Sin embargo, el contacto real, humano, es la mejor manera de derribar mitos y combatir los estereotipos ("pelolais", "cuicos" v/s "los más necesitados", "desprotegidos", "menos favorecidos").
Realizar trabajos voluntarios, construir parques, viviendas o realizar proyectos académicos en otras comunas son vías más efectivas para ello; y eso es independiente de la altura en que esté la casa matriz de la universidad.

Mariana dijo...

La invitación que hizo el sacerdote y que hace Rodrigo, es a ver más allá de nuestro espacio individual. No hay nada de malo en recibir una educación de calidad y haber nacido en "cunita de oro". Lo malo, es cuando a partir de esta privilegiada posición, nos compartamos nuestras oportunidades con otros.

Desde el Yo Interior que cada uno de nosotros tenemos, debemos ir en búsqueda de ese Nosotros Colectivo.

Recuerden que el egoismo, es el peor mal del mundo, y desde éste, se desprenden todos los otros.

Anónimo dijo...

Supongo que es un tema de desafío como país.
Lamentablemente, siempre estams esperado que otros actuén... ...y reconozco que soy de los que se queda pácificamente...

Anónimo dijo...

Yo conozco al padre Berríos. Es un gran lider y motivador. Cabeza central de un Techo para Chile. Me dio pena ver que mal interpretaron su columna, pero me alegra ver que hay gente sí entendió que su objetivo era despertar el debate; no criticar a nadie.

Andrés Undurraga.

Anónimo dijo...

Lo que hacen universidades como la de Los Andes, del Desarrollo o la Adolfo Ibañez, es excelente. Están creando profesionales de excelencia y de alta calidad profesional. Ni hablar de la Adolfo Ibañez que hasta tiene sede en Miami. Además conozco mucho de esos alumnos provenientes de estas casas de estudio que tienen un gran sentido social.

No creo que andar haciendo barricadas o protestas tenga que ver con generar cultura o un sentido de defensa por lo social.

Muy por el contrario, el trabajo y apoyo son el mejor sentido que podemos dar a segmentos de menores recursos. Trabajar con ellos, apoyarlos para que sean ellos mismos quienes se esfuercen por salir adelante.

Matías Hurtado

Anónimo dijo...

No veo que tanto más hacen universitarios de la UC que estudian en San Joaquín, si igual llegan en auto, y se mueven desde la U a la casa, y de la casa a la U.

Esto, no es un problema de geografía.

Dante

Anónimo dijo...

Creo injusto el argumento expuesto por Felipe Berríos.

A veces, este tipo de comentarios más que ayudar, generan anticuerpos pues no se valoran las cosas buenas que muchos de quienes hemos estudiado en una universidad de calidad, hemos hecho por los más necesitados.

Creo que es más productivo aplaudir las buenas causas que criticar.

Solange

Pablo Ignacio Valenzuela dijo...

Creo que el eclesiástico Felipe Berríos lejos de pecar por prejuicioso puso un exelente tema de discusión que son las “obscenas diferencias” entre las capas socioeconómicas chilenas, en lo personal creo que existen un sinnúmero de personas de la cota 1000 que hacen un aporte para paliar estas diferencias, pero lamentablemente se quedan cortas o no alcanzan para todos. si analizamos demográficamente si estas acciones han repercutido en la distribución del ingreso o en la percepción de equidad que tienen las personas cada vez los abc1 se mantienen en numero, no hay mas nuevos ricos sino que estos crecen en ingreso pero no en numero. En lo personal creo que las empresas pueden hacer mucho atenuar esta brecha, no haciendo obras de caridad con mijagas sino que generando una relación directa y virtuosa con sus stakeholders o grupos de interés y en particular con la comunidad, los empleados y por qué no decirlo con los clientes. En esto ultimo podemos poner el caso de una empresa mejicana que su génesis esta basada en esto ultimo, vende artículos farmacéuticos para los mas necesitados que son su principal grupo de interés(algunos dirán que es obvio) .pero también mantiene una equilibrada relación con sus trabajadores que comparativamente ganan mas y en mejores condiciones laborales que sus colegas de la “competencia” , algo que es mas que comprobable. Y por ultimo su relación con la comunidad es despotenciar a los monopolios beneficiando a grupo de consumidores que no son su grupo objetivo y que la competencia debe bajar los precios para fidelizar.



volviendo al tema siento que si la mayoría de las empresas tuvieran una preocupación por cambiar la cultura corporativa (que por la concentración de la riqueza son un grupo de familias ue deben tomar esa determinación) hacia los grupos de interés la brecha se disminuiría, pero el cambio hay que hacerlo desde la cota 1000 hacia abajo, en cadena, los niños de la cota mil estudiando para ser totalmente responsables con los stakeholders, a su vez enseñandole a sus padres que son los que manejan las empresas, luego estos haciéndose cargo de estas y beneficiando a las familias de trabajadores que por mejores condiciones pueden darle educación de calidad su estos devuelven las mano a los que les dieron oportunidades

En un comentario se dice que la vocación social pasa por los padres, tiene razón y en general por la familia, y en las condiciones que vive el pais donde un grupo de familias concentran las industrias ¿no le vendría bien a nuestra sociedad chilena, como grupo de compradores, trabajadores y comunidad un cambio en la cultura empresarial para de alguna manera revertir esta enorme desigualdad?

Pablo Valenzuela Morrás

http://elpaisde.blogspot.com/

Carmen Ortúzar dijo...

Estoy de acuerdo con Rodrigo en lo que plantea. Al fin se ha despertado un debate interesante en este querido país. Bueno, y ahora habrá que actuar. Muchos de quienes vivimos bajo la cota mil tampoco hacemos mucho...
Con el P. Berríos colaboran muchos de esas universidades y por eso es más valiente al plantear el tema. Todos sabemos de lo que hablamos. Ojalá sea motivante en el sentido, también, que desafía Pablo Valenzuela.
De todo hay en la viña del Señor y siempre serán muchos los llamados...
Gracias, Rodrigo.

archivos dijo...

La verdad es que así como todos tienen razón en sus argumentos, también todos tenemos una cuota de responsabilidad en esto.

Así como Felipe Berríos dio el primer paso poniendo el debate en la mesa, ahora, qué hará al respecto para ir desarrollando este debate.

Quien decide ejercer liderazgo, junto con poner los problemas dificiles en la mesa, debe ir "administrando" la tensión.

Luego la pregunta es: Ahora que ya se puso el tema y el debate en la mesa, ¿qué vamos a hacer al respecto?

Nicolás Retamales dijo...

Me parece muy bueno que se siga discutiendo este tipo de temas porque claramente este es un debate que da para un buen rato. Preguntas importantes a mi juicio son: ¿Cómo lo hacemos para que los establecimientos educacionales (jardines, colegios, liceos, universidades, institutos profesionales o técnicos, etc) en nuestro país dejen de perpetuar la segregación social abismante que impera? ¿Qué sistema educacional queremos para Chile? ¿Qué objetivos buscará? ¿Entregar mucha información o más habilidades? ¿Eligen los padres o depende de la localidad en que residan los postulantes a los establecimientos? ¿Cómo aseguramos que no haya uniformidad en la formación si es que pensamos en un sistema educacional estatal? ¿Cómo hacer para que los establecimientos educacionales sean lugares importantísimos de lo público en que se encuentren los distintos sectores de la sociedad y se integren en el aprendizaje?
¿Cómo evitar que alguien con puntajes sucientes para entrar a la universidad no se quede fuera de esta por no tener como pagarla? ¿Qué hacer con los casos de gente que le vende el alma vía solicitud de crédito universitario a un banco para poder estudiar y que luego tiene que pegar de a poco bastante más que lo que hubiera pagado de haber tenido el dinero en principio?
Yo también percibí en la columna del padre Berríos una genuina intención de generar este necesario debate. Aprovechémosla.

Anónimo dijo...

Leí en el Mercurio toda la polémica. Muchos se sintieron aludidos. El viejo dicho "pisar callos" se me hizo muy patente en mi cabeza. Bastantes con problemas de comprensión de lectura(lo que no debe llamarnos a sorpresa, PSU). Denominador común a todo el que se sintió aludido fue el ataque grosero en la mayoría de los posts al padre Berríos de gente que no sabe argumentar ni defender su posición razonadamente. El padre Berríos hablaba del peligro de jóvenes educados en una burbúja, en lugares que al común de los chilenos le parecería otro país como le ocurrió al padre.Como me han contado(gentes creyentes), esto pasa siempre con los profetas.
Discrepo contigo Rodrigo en tú posición de no tomar partido, esa no es siempre la respuesta. Dificulto encontrar concordancias con gente que insulta en lugar de argumentar.

Rodrigo Silva Ortúzar dijo...

O. Solar:

En primer lugar, agradezco tu comentario y participación en el Blog, al igual que a todos quienes lo han hecho.
En segundo lugar, como bien señalé, no tomé partido porque mi analisis se basaba en mostrar la acción de Liderazgo que ejerció el Padre Berríos al poner un tema tan candente como este en la mesa.
Comparto plenamente contigo que muchos entienden solo lo que quieren entender, por lo que es dificil que puedan leer "entre líneas". En este sentido, hay mucha gente que no entendió el mensaje que quería dejar el padre.
Lo importante, es que hacemos ahora nosotros desde nuestras propias posibilidades para cabiar la mentalidad de la cultura del país. ¿Seremos como el padre Berríos que se atreve a plantear temas dificiles, o seremos como la gran mayoría que espera que la Autoridad u otras tomen cartas en el asunto?

Saludos a todos,

Rodrigo.

Pablo Ignacio Valenzuela dijo...

Parece que el debate aún no termina, creo que cuando se toma un tema delicado como este y se ocupa un lenguaje mordaz lo que hace se hace es echarle mas leña al fuego, como dice Vicente huidobro : "mientras estamos vivos y no nos morimos juguemos el simple sport de los vocablos de la pura palabra y nada mas" lo que quiero decir es que nuestras palabras tanto para defender una postura o otra deben estar bien planteadas sin ironías, descalificaciones,o exageraciones. nuestras palabras deben estar sazonadas con sal como reza un proverbio. felicitaciones Rodrigo por responder con dominio de ti mismo cuando las aseveraciones de otros se tornan agresivas y no respondes con vehemencia sino que con la "fuerza de la razón".

Pablo Ignacio Valenzuela
http://elpaisde.blogspot.com/

Rodrigo Silva Ortúzar dijo...

Esperemos que el debate nunca termine!!!

Es la única manera de avanzar y buscar y encontrar soluciones donde todos nos hagamos partícipes y responsables.

Unknown dijo...

Rodrigo:
Simplemente quiero felicitarte. Al leerlo sentí mucha extrañeza... en un país donde la política, la televisión y en general la sociedad entera se basa en la crítica de un otro, creo que tu comentario es altamente constructivo. Destaco tu madurez para plantear el tema: sin tomar partido, pero mostrando lo importante de la realidad expuesta, invitando al diálogo en pro del crecimiento. Ojalá todos tuviéramos esa capacidad conciliadora y una actitud de lucha contra la pereza intelectual y la pobreza del pelambre y la crítica destructiva y gratuita.

Rodrigo Silva Ortúzar dijo...

Mary,

Muy agradecido por tus palabras.
Gracias por visitar el blog.
Saludos,

Rodrigo.