Ayer me hicieron la consulta si mis contenidos eran "Copy - Paste" de otros artículos, libros, página web, etc.
La verdad, más que molestarme, me sentí halagado, pues quiere decir que al parecer serían buenos mis comentarios. Al menos por mi parte, he puesto siempre la fuente de alguna frase, comentario o dicho por algún tercero, o e indicado la fuente, como el artículo "Enemigos del Liderazgo", donde indico que los 16 "enemigos", los saqué de mis apuntes del curso sobre Equipos de Alto Desempeño al cual asistí una vez.
Luego, siguiendo con el tema del "Copy - Paste", mi pensamiento derivó hacia otro lado: ¿Es posible hacer "Copy - Paste" , tomando como fuente algún ejemplo de lo que a uno le gustaría ser, para luego llegar y "pegarlo" a nuestro propio ser? ¿Es posible tomar característica de algún ídolo, copiarlas y pegarlas a mi personalidad?
La verdad, es que claramente no se puede, y aunque se pudiera, no creo que ese sea el camino correcto al autoliderazgo, a la autogestión. Siempre estamos buscando el camino fácil para conseguir las cosas, el camino mediocre. Sería hasta anti ético.
Claramente, así jamás llegaría a autoliderarme, pues junto con la ética, hay un componente que no es menor: todos somos únicos e irrepetibles, y en este sentido, por más que quisiéramos ser como uno de nuestros ídolos, jamás seríamos iguales. En este sentido, creo que el camino correcto, de cierta manera, va por lo que señalan Rafael Echeverría y Alicia Pizarro en "El carácter del Coaching Ontológico":
"La declaración de quiebre implica sostener que algo no funciona, que algo anda mal, que hay cosas que no nos gustan y que quisiéramos que fueran diferentes y tenemos que tener, simultáneamente, el juicio de que no sabemos cómo hacernos cargo de ello. Los llamamos quiebres y no problemas al menos por dos razones: En primer lugar, porque ellos marcan una interrupción en el fluir de nuestra vida. En segundo lugar, es el observador que somos el que declara que algo es un quiebre. El quiebre revela al observador. La misma experiencia puede constituir un quiebre para alguien y no serlo para otra persona. O puede ser un quiebre bajo ciertas circunstancias y no serlo bajo otras. Por lo tanto, podemos decir que todo quiebre es una apertura al alma de la persona que lo declara como tal."
Es decir, las experiencias y los quiebres son personales, y por lo tanto el cambio hacia la búsqueda interior, es un trabajo meramente personal, donde el único involucrado, el único capaz de generar el cambio y la apertura, es un mismo. Como indica el profesor Ignacio Fernández (UAI):
"La verdad y el camino personal están sembrados dentro de cada uno y podemos encontrarla a través de nuestro GPS o sabio interior, que es quien nos orienta y evalúa la coherencia de las propias conductas. Una conquista en el proceso de lograr integridad personal, es validar experiencialmente la certeza de la existencia y del poder orientador de nuestro GPS interior".
Esto quiere decir, que en la medida que no vivamos las experiencias de búsqueda propia, de experimentar nuevos caminos, y que trabajemos perseverantemente en nuestro cambio interior, no hay "Copy - Paste" que nos sirva para lograr nuestro objetivo.
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