A parte del fútbol o del deporte, el Liderazgo es un tema que me apasiona (quienes me leen y me conocen, ya lo habrán notado, ¿supongo?), y creo que Jesús es, a mi gusto, el mejor ejemplo de Liderazgo, y de Liderazgo Personal que pueda haber, al menos, en el mundo occidental.
Dejando absolutamente de lado cualquier acercamiento religioso o teológico del caso, explicaré el porque de mi respuesta a mi compañero, desde un punto de vista humano (por decirlo de alguna manera).
Como he reiterado muchas veces a lo largo del blog, Liderazgo es la actividad o el proceso de movilizar a las personas en escenarios de incertidumbre, para que enfrenten problemas difíciles, donde las respuestas no son conocidas y donde ellos deben hacerse parte del problema y responsables de la solución, en la medida que a cada uno le corresponde. En este sentido, Jesús fue capaz de crear un cambio revolucionario en su época, movilizando a las personas a que cambiaran su visión del mundo, en un tiempo donde la sociedad estaba dominada por el Imperio Romano, y donde los judíos esperaban al famoso mesías que los liberara, por lo que la incertidumbre y la expectación eran muchísimas.
En este contexto, Jesús fue capaz de hacer que las personas enfrentaran problemas difíciles, como cuestionar los hábitos y conductas de los escribas y fariseos, haciéndolos ser parte del problema (los preceptos judíos), pero al mismo tiempo de la solución (la nueva ley: el amor), todo esto, gracias al sentido de propósito que logró penetrar en el corazón de sus seguidores: amar al prójimo como a uno mismo.
Solo alguien como Jesús y su capacidad de ejercer liderazgo, es capaz de crear nuevos mundos y nuevas realidades, a partir de conversaciones poderosas y preguntas provocativas notables, tales como: “el que esté libre de pecado, que tire la primera piedra” ó, “qué es más fácil decir, tus pecados te son perdonados, o levante y camina”. Sabiduría, pura sabiduría y certeza de lo invisible, proveniente de un contacto íntimo con su Yo Interior.
Es decir, y más importante que todo lo anterior, el Liderazgo ejercido por Jesús, solo fue posible a partir del EXTRAORDINARIO Liderazgo Personal y Gestión de sí mismo que él tenía.
Jesús, para mí, era un tipo que seguía estoicamente a su GPS Interior (concepto desarrollado por Ignacio Fernandez); todo, absolutamente todo lo que él hacía, era en base a éste, a aquello que nacía de lo más profundo de su ser, siempre de dentro hacia fuera. De este modo, no temió enfrentar a las autoridades judías ni romanas, nunca usó la violencia, demostrando su autocontrol y coraje para mantener su inocencia, su curiosidad, su compasión, y su amor, incluso en los momentos más difíciles. Llegó a sentirse traicionado, abandonado, incomprendido, torturado, pero aun así, siguió conectado con las personas, y sobretodo, con la Fuente de sus propósitos más profundos, siendo lo más notable y maravilloso de todo, su capacidad de entregarse él mismo por los demás, siendo fiel a su sentido de propósito.
Dos judíos expertos en Liderazgo de la Universidad de Harvard, Marty Linsky y Ronald Heifetz, en su libro “Liderazgo sin límites”, llaman a esta condición, el “Sagrado Corazón”, haciendo alusión a Jesús cuando estaba en la cruz, valorando su actitud, aun en la circunstancia en la que en ese momento se encontraba. Linsky y Heifetz dicen que “El Sagrado Corazón”, es tener un corazón abierto para seguir disponible a toda la gama de experiencias humanas, sin endurecerse ni cerrarse, a pesar de las dificultades, e indican que liderar con un corazón abierto, permite a quien ejerce liderazgo, seguir espiritualmente vivo.
Por eso Jesús es mi ídolo, porque es muestra de todo eso; y uno de los aspectos claves del Liderazgo, es ser ejemplo para los demás. En este sentido, el Liderazgo Personal de Jesús, fue lo que lo ayudó a movilizar a otros para que hicieran lo mismo: afrontar los problemas y desafíos difíciles, que exigen coraje para soportar los sinsabores que tienen los cambios, sin escapar a ellos.
Como buen admirador de Jesús, podría seguir escribiendo sobre él, larga y tendidamente, pero por ahora, solo voy a decir ¡Grande Jesús, IDOLO!
RSO.
11 comentarios:
Rodrigo,
Que bueno que arreglaste la opción comentarios, pues quería dejar el mío.
Si bien no soy creyente, lo que hablas de Jesús como ejemplo de liderazgo, es notable. Nunca lo había visto así, es claramente, dado lo descrito por ti, él se ha ganado mi admiración.
Felicitaciones,
Romi.
Buen artículo Rodrigo.
Siendo sincero, lo que más me llamó la atención, fue eso de la Glándula Pineal; nunca había escuchado sobre ella.
¿Puedes explicarme un poco más sobre eso?
Saludos,
José
Concuerdo plenamente con usted Rodrigo. Nuestro Señor Jesus ha sido el hombre más influyente de la historia, y lejos, es el mayor líder de la humanidad.
Patricia.
Totalmente de acuerdo. Y muy clarificadora tu opinión. Gracias.
Te pasaste Rodrigo. Extraordinario tu post. Me emociona, me remece y me hace darme cuenta que estoy completamente de acuerdo contigo.
Sólo quiero agregar algo que me parece esencial. La divinización de Jesús, es decir convertirlo en un semi-dios (decretado en el Concilio de Nicea del 325 dc), creo que nos impide ver algo fundamental: Jesús es humano y tiene las mismas capacidades y poderes que potencialmente tenemos todos. Somos alquimia de sí mismo humano y sí mismo divino, por lo que, tal como Jesús le dijo a los apóstoles, las cosas que él hizo podrán ser hechas por nosotros y mucho más.
Como bellamente asocias, eso ocurre en conexión con lo Superior y con los deseos divinos, mediante la activación de la glándula pineal.
O sea, veo a Jesús como un líder que ejemplica lo que cualquier ser humano puede lograr. Depende de nuestra conciencia, la conservación de la armonía afectiva, el alza de nuestra energía y la conexión con lo Superior, la Presencia I AM.
Comparto lo mismo que Ignacio, está bellísimo el post. A lo mejor, se sienta más, dada la fecha en que lo escribes.
Además, lo importante, como dice Ignacio, y como creo que describiste en este post, Jesús era un ser humano tal cual cualquiera de nosotros somos, con la gran diferencia de tener fe absoluta en lo superior. Como indica Ignacio, el mismo Jesús le dijo a los apostoles, "si tuvieran la fe del porte de una semilla, harían cualquier milagro". Eso nos falta a la gran mayoría de nosotros.
Rodrigo, gracias por recordarnos eso.
Marcela.
Rorro,
Puro corazón tu artículo, puro corazón
MP.
me encantò èste àrticulo, y ya te lo dije, Jesùs es asi, simplemente "perfecto".
ahora....sobre el concilio de nicea...no se decretò ahi el credo de nicea, lo que todos conocemos como el "credo" que es el que los catòlicos utilizan en la actualidad y que expresa la fe de la iglesia???. Estoy de acuerdo en que Jesùs vino a este mundo en cuerpo, pero fue un cuerpo exaltado quien vino a enseñarnos a como debìamos hacer las cosas para llegar a ser como èl, seres exaltados y divinos.
Concuerdo plenamente con Ignacio Fernandez, ¡extraordinario el post!
Sobretodo que por fin alguien muestra a Jesús en su condición de hombre, haciendolo realmente semejante a cualquiera de nosotros. Y, sin duda, es un claro ejemplo de Liderazgo.
Además, excelente el anexo. Por mi parte jamás había escuchado sobre la glandula pineal, y luego de leerlo, no me quedó más que investigar al respecto.
Felicitaciones Rodrigo, y espero tus nuevos post.
Sobre el tema de cuando te preguntaron quien es tu "idolo", me parece bastante claro para explicar tu propuesta de "liderandonos", a todo esto no existe otro lider mas ejemplar como Jesus nuestro señor, Gracias por compartir tu sapiensa.
Para Ignacio y los demás, Jesús único ídolo, no es semidiós, es Dios echo hombre en todas sus aristas y en cuanto al llamado de los milagros (en su verdadero concepto) solo somos instrumento de la capacidad divina.
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