EL PODER DEL COACHING, MIRARSE A
TRAVES DE UN ESPEJO
(Mensaje de un grupo de alumnos, a su profesor)
“Reír es arriesgarse a parecer un loco.
Sollozar es arriesgarse a parecer sentimental. Tenderle la mano a otro es
correr el riesgo de comprometerse. Exponer tus ideas y tus sueños ante los
demás, es arriesgarte a perderlos. Amar es arriesgarse a no ser correspondido.
Vivir es arriesgarse a morir. Creer es arriesgarse a fracasar. Pero debemos
arriesgarnos, porque el mayor peligro en la vida es no arriesgar nada. Quienes
no arriesgan nada no hacen nada, no tienen nada, no son nada. Tal vez eviten el
sufrimiento y el dolor, pero no pueden aprender, sentir, crecer, amar ni vivir.
Son esclavos encadenados a sus actitudes; han perdido el derecho a la libertad.
Sólo quien arriesga es libre”
Nancy
O´Connor.
Plasmar en
algunas líneas el proceso que hemos vivido, es muy difícil. Primero todos nosotros
empezamos este desafío por distintas razones, como crecimiento personal, como
oportunidad laboral y otros intentando encontrar el camino al cuál queremos ir;
pero por distintas que sean dichas razones, si pudiéramos resumir en una frase
el significado para nosotros de este curso, sin duda alguna, ha sido un proceso
Potente y Transformador.
Este proceso
nos ha permitido, de alguna forma, vivir la experiencia del coaching desde la
perspectiva del coachee, ya que elevamos nuestra conciencia y asumimos la
responsabilidad de nuestros pensamientos y acciones.
Elevar
nuestra conciencia y asumir la responsabilidad, nos ha llevado a lugares
escondidos en nuestro interior y por sobre todo a hacernos cargo de nuestras
vida y así entender que nuestro presente, es única y exclusivamente
responsabilidad de nuestras propias decisiones, de ser víctimas o protagonistas
de nuestra historia, de hablar y decidir, siempre por mí.
Todo esto
nos generó una incertidumbre que nos ha permitido saltar desde la zona de
confort, a la zona de aprendizaje, fijando nuevas metas y aceptando el desafío
de seguir en este proceso de autoconocimiento, para avanzar y liberarnos de los
prejuicios.
Entender el
sentido de la confianza como la predisposición para coordinar acciones con
otros, fue un enorme cambio de mirada, y desde ahí, nuestro mayor desafío como
grupo; primero, porque tuvimos que dejarnos llevar durante el proceso, confiar
en otros, abrirnos a otros y ser sinceros con nosotros mismos; entendimos el
poder del leguaje y la necesidad de darle valor a nuestras palabras, y como
esto a su vez, es fuente de creación o destrucción de confianza.
Vivenciar
este primer módulo del diplomado ha sido de gran valor para cada uno de
nosotros, hoy día sentimos que, aunque contamos con los mismos ojos, podemos ver
de manera diferente. Como expresamos anteriormente, nuestro mayor aprendizaje
estuvo desde la postura de Coachee, y nunca imaginamos que desde la primera
clase, cuyo inicio fue un verdadero “Golpe a la Cátedra” (fuera de lo
convencional), con ese momento de silencio que para todos fue una sorpresa, incómoda
para la mayoría y de enojo para otros, siendo en sí mismo el primer aprendizaje
que tuvimos y que nos hizo darnos cuenta que no sería un curso igual a otros,
haciéndonos encontrar el aprendizaje en nosotros mimos, aprendiéndonos a ver de
adentro hacia afuera.
Si nos
preguntaran a que asemejamos el Coaching, quizás lo asimilaríamos con un
espejo, un espejo a través del cual pudimos irnos descubriendo. Un
espejo poderoso que nos permitió ver pensamientos, sentimientos, actitudes,
miedos, habilidades, anhelos, que antes nos eran ocultos. A través de este
espejo entendimos que el potencial que necesitamos para ser felices y vivir en
libertad se encuentra en nosotros mismos.
Estar frente
a este espejo y aprender a valorar el silencio en medio la incertidumbre, nos
ayudó a escuchar esa voz que grita desde nuestro interior, esa alma libre que
sin querer, o queriendo en muchos casos, hemos encarcelado con nuestros juicios
y temores.
Tener la
valiosa oportunidad de mirarse en este espejo, es tener la oportunidad de
entender que aunque nuestro pasado no lo podemos cambiar, hoy sí podemos
reinterpretarlo, y desde ahí, aumentar nuestras posibilidades.
El Coaching
es ese espejo, en donde se refleja al Protagonista de una
poderosa historia. Frente a él no hay nada más que importe, el espejo refleja
aquel que puede hacerse cargo de su vida, a aquel, que frente una dificultad es
capaz de salir de su zona de confort y ver más allá de lo evidente.
Nuestra
experiencia en este primer módulo, fue como una linda cita, una buena película,
una deliciosa comida, unas divertidas vacaciones, que uno no quiere que
terminen, razón por la cual dedicamos estas últimas líneas para agradecer a
Rodrigo Silva, nuestro profesor, quien fue la persona que sostuvo ese espejo
para que nosotros pudiéramos vernos:
¡Gracias por dejarnos vivenciar el poder transformador de las preguntas, por enseñarnos a valorar los procesos y no solo los resultados; por confiar en que nosotros ya contábamos con los recursos necesario para el aprendizaje adaptativo que cada persona experimenta!
Nuestro desafío hoy: seguir mirándonos cada día a través de este espejo, ser cada día más conscientes y responsables de nuestras vidas, y a lo largo de ellas mismas, ser el apoyo que sostiene ese espejo para que otros puedan mirarse y ser transformados igualmente.
¡Gracias por dejarnos vivenciar el poder transformador de las preguntas, por enseñarnos a valorar los procesos y no solo los resultados; por confiar en que nosotros ya contábamos con los recursos necesario para el aprendizaje adaptativo que cada persona experimenta!
Nuestro desafío hoy: seguir mirándonos cada día a través de este espejo, ser cada día más conscientes y responsables de nuestras vidas, y a lo largo de ellas mismas, ser el apoyo que sostiene ese espejo para que otros puedan mirarse y ser transformados igualmente.
No hay comentarios:
Publicar un comentario