Llegan momentos en la vida de las
instituciones y organizaciones (en las personas también), donde se llega un
punto ciego donde se está tan inmerso en la actividad misma, que no ven más
allá, hasta que, o sucumben ante los nuevos escenarios que no vieron venir, o
se adaptan cuando se atreven a detenerse por un momento, y se abren a observar
con "otros ojos".
Las cegueras no se producen
porque se haya perdido la visión, sino que son como si se cerraran los ojos a
causa de estar aferrados a las creencias, a los éxitos pasados, a los valores,
intereses personales, y supuestos que guían las acciones y formas de pensar.
En la historia tenemos casos
emblemáticos de aquello, como la enciclopedia Britannica, que luego de 230 años
de historia, cerró los ojos ante el surgimiento de la "nueva
economía", los líderes no escucharon a las nuevas generaciones, y ante la aparición
de Encarta (CD ROM de Microsoft), quebró. Los dueños y altos directivos
hicieron más de lo mismo: Mejoraron el empaste de las enciclopedias físicas,
agregaron más contenidos, mejorar la calidad del papel, aumentaron las
sucursales y la fuerza de venta, y en 1995, quebró. Hoy existe Britannica.com,
enciclopedia virtual que uno de los jóvenes que no fue escuchado creo, cuando
compró la compañía con un 80% menos de su valor libro.
Como éste, hay muchos ejemplos,
Nokia, que hasta mediados de la primera década del siglo XXI, tenía el 80% de
participación de mercado. Hoy, algo la pregunta ¿quién tiene un Nokia?, con
suerte un 10% levanta la mano: Su supuesto ante la aparición del iPhone fue
(basado en su paradigma): Nosotros somos los expertos en celulares, una empresa
de computadoras personales no va a decir qué hacernos....
Y así, hay muchísimos
ejemplos más.
En Chile, los actuales políticos
se aferran a hacer política desde un antiguo modelo. Es como querer seguir
participando en la competencia del Salto Alto con la antigua forma de saltar.
Cuando Dick Fosbury se dio
cuenta que la forma de realizar el salto alto ya no servía para las nuevas
exigencias, se atrevió a hacer un giro. Su entrenador y su entorno le decía que
estaba loco, que cómo se le ocurría querer saltas de espalda, sin embargo en
las olimpiadas de México ´68, cometió la "locura" de saltar de
espalda a la barrera, llegando a obtener la medalla de oro, y desde entonces,
todos comenzaron a saltar de esa manera.
Me pregunto, ¿qué pasaría en
Chile se hiciéramos un giro en la política, y en vez de seguir con el antiguo
modelo que se encarga de destruir al oponente, de buscar culpables, de velar
por los intereses personales, comenzáramos a practicar un nuevo modelo, basada
en la apreciación y la colaboración.
Hagamos ese giro apreciativo y colaborativo, que permita crear una política y políticos distintos, donde se respetase el pasado y al mismo tiempo se centrase nen el presente
para crear un nuevo futuro, donde se pusiese foco en un sueño país
compartido, donde se valora la
diversidad y el pensar distinto como vía de cosas nuevas para todos, sin buscar
culpables. Una política y políticos basado en las fortalezas y virtudes de
todos y cada uno de los actores, donde todos
tuviesen derecho a ser escuchado con respecto y dignidad, y usando casos de éxito como semilla para nuevas ideas.
¿Crees es posible crear un país a sí, donde tengamos
un sentido de propósito compartido a pesar de las diferencias de todo tipo y
ámbito?
No hay comentarios:
Publicar un comentario