El inicio de la era industrial creo un fenómeno
que cambiaría el curso de las cosas, como lo fue la producción masiva y en
serie, en un menor tiempo, y a precios más bajos, provocando un aumento en la
demanda por bienes de consumo, y por ende, las empresas se vieron en la necesidad
de contratar más personal, llevando así, a un gran aumento en la demanda por “mano
de obra”. Por otra parte, apareció la división del trabajo y el otorgamiento de
tareas específicas, junto con la aparición de la figura del Supervisor, cuya
funciones principales eran las de velar que cada trabajador hiciera lo que
tenía que hacer, junto con ordenar, supervisar, evaluar, controlar los
estándares, y sancionar, comenzando con ello también, un efecto secundario como
lo eran coerción y el miedo como mecanismo de obediencia.
Hoy, que estamos en plena era del conocimiento,
y si bien aun en muchas empresas y compañías existe la gestión al estilo “Tayloriano”
(Mando y Control), la desconfianza existente aun, entre gerencia y trabajador, y
heredada de la era industrial, ha hecho
que las empresas sigan utilizando
mecanismos y medidas de control para principalmente, administrar y controlar el
tiempo y asistencia de los empleados y colaboradores. Para esto, se han apoyado
en la tecnología e innovación, utilizando nuevos productos y softwares para
aquello, de modo de hacer más eficiente dicha acción.
A este fenómeno de innovar en la producción y uso
de servicios de controles sobre el personal, lo llamaré una Solución Técnica.
Es técnica, pues es aplicar más de lo mismo, más de lo que ya se sabe hacer, y
así, entre estas nuevas aplicaciones y dispositivos, existen en el mercado,
el reloj para fichar, los cuales entre sus principales funciones se encuentran las de
controlar las horas de entrada y salida, y calcular el tiempo de permanencia en
el lugar de trabajo, el nuevo sistema de control de presencia alquiler, y el lector de huella, que no solo se ocupa de verificar que la presencia
o ausencia de un trabajador, sino también para controlar que extraños a la
organización o áreas específicas de trabajo, sean “atacadas” por personas
ajenas a la organización, o al área en cuestión.
Siendo bien realista, y de acuerdo a comentarios que
he recibido de amigos y colegas, este tipo de medidas son muy eficientes y
necesarias, más aun, cuando aun existe una cultura de poca responsabilidad para
con el trabajo.
Mi invitación es, que dado que la era del
conocimiento ha traído consigo la aparición de un nuevo modelo de gestión: uno
con foco más en los procesos y resultados que el cumplimiento de estándares, donde
se promueva la autonomía y autogestión responsables, junto con las actividades
de coordinación, comencemos a explorar, buscar e indagar por mejoras, no en la
mera innovación técnica, sino más bien en la innovación cultural, social, y
personal, los cuales no se responden con soluciones técnicas ya conocidas, sino
más bien es un gran Desafío Adaptativo que tenemos como sociedad, pasando del Miedo a la Confianza.
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