El 19 de enero pasado, cumplí un año como padre, cuando Dante, mi único hijo, estuvo de cumpleaños.
Este primer año ha sido todo un desafío para mí, no solo como padre, sino como ser humano integral, y de la relación que hemos ido creando entre nosotros, he podido observar y experimentar con muchísima profundidad en mí mismo, conceptos y temas que aplico en mi labor profesional como Consultor y creador de Andamiaje Organizacional, transformándose él, de cierta manera, en mi nuevo Gurú.
Su Ser y su presencia ha puesto una maravillosa tensión movilizadora, que como tal, me ha permitido ir adaptándome y aprendiendo, y me alargaría muchísimo si describiera y contara todo lo que este mini Gurú, me ha enseñado:
Presencia-Presente, Presensing ("Presencias y Sentir al mismo tiempo", la experiencia de la llegada
de lo nuevo y la transformación de
lo viejo), Escuchar Empáticamente, Wholeness (Integridad, Completidud), Espacios Seguros, Liderar desde lo que quiere emerger, Propósito Evolutivo, Observar sin Juicios, entre varios otros, por lo que por esta vez, pondré el foco en uno de mis favoritos, y que en sí mismo, integra a muchos de los otros: Wholeness.
Hago el alcance que a mí particularmente me gusta usar "Wholeness" en vez de su traducción al castellano como "Integridad" o "Completitud del Ser", pues siendo que ninguna de ellas tiene la fuerza de su original en inglés,
Dicho lo anterior, el año 2016 la pregunta que más hice, tanto en consultorías, talleres, o clases, fue, "¿Cuál es el segundo trabajo que el 95% de los trabajadores en todas las organizaciones tiene que hacer en paralelo a su trabajo oficial, y por el cual ni siquiera les pagan?", ante la cual, las respuestas son muy diversas y han sido contadas las veces en que alguien ha respondido de acuerdo a lo que trato de mostrar con ella: el trabajo de tener que esconder nuestras debilidades, de tener que aparentar estar bien y siempre listo todo el tiempo, el esconder nuestras emociones, el intentar agradar a todos, el desgaste y cansancio de tener que andar con corazas y armaduras para sobrevivir en el mundo laboral, en resumen, el no poder SER uno mismo."
De aquí, junto con Wholeness, aparece otro concepto, "Espacios Seguros".
Observando a Dante durante este año, he podido corroborar la importancia de los Espacios Seguros; son estos los que posibilitan que suceda el Wholenes. Es en estos Espacios Seguros donde las personas podrían ser ellas mismas todo el tiempo, pudiendo así llevar una vida liviana.
Desde el Espacio Seguro lleno de amor y ternura, que tanto su mamá como yo (y nuestras familias) le hemos brindado, Dante puede estar en Wholeness, y desde ese estado, sentirse seguro de poder ser él.
Reflexionando sobre esto mismo, me di cuenta que en realidad Dante llega al mundo en Wholeness siendo él mismo todo el tiempo: puede llorar, reír, exigir su papá, tirarse pedos, patalear, cantar, dormir, en fin, sin temor a ser enjuiciado, lo cual a su vez, se vuelve un gran desafío, prolongar ese estado lo más que se pueda, dejando de lado mis propios juicios de cómo deberían ser las cosas, con el propósito de no quitarle su libertad a estar en Wholeness, y a la vez, y creando los límites que también ayuden a prolongar un espacio de cuidado.
Reflexionando sobre esto mismo, me di cuenta que en realidad Dante llega al mundo en Wholeness siendo él mismo todo el tiempo: puede llorar, reír, exigir su papá, tirarse pedos, patalear, cantar, dormir, en fin, sin temor a ser enjuiciado, lo cual a su vez, se vuelve un gran desafío, prolongar ese estado lo más que se pueda, dejando de lado mis propios juicios de cómo deberían ser las cosas, con el propósito de no quitarle su libertad a estar en Wholeness, y a la vez, y creando los límites que también ayuden a prolongar un espacio de cuidado.
Observar a mi mini-gurú en Wholeness, he podido apreciar la magia de la Presencia-Presente. Por ejemplo, podemos estar jugando ambos juntos sentados en el suelo, y si me pongo a responder un mensaje de texto en el celular, él siente el quiebre de dicha presencia/presente y me lo hace saber de inmediato, lo que me lleva a reflexionar en cuánta riqueza se pierde en nuestras relaciones cotidianas por quebrar el estar presente-presente, y lo más importante aun, darme cuenta de la calidad de mi Estado Interior, teniendo claro que los resultados y calidad de mis acciones dependerán directamente de éste.
Y respecto del Estado Interior, como el estar en Wholeness nos permite estar directamente conectados con nuestra Fuente (espacio interior
desde el cual operamos), por quien realmente somos, consiguiendo así entrar en Presensing, conectándonos con el origen
de la inspiración y el deseo, desde un silencio interior que permite al conocimiento y sabiduría interior emerger.
Finalmente, y como reflexión final por ahora, ¿cuánto más bienestar generarían organizaciones que sembrarán, nutrieran, cuidaran y preservaran el Wholeness y los Espacios Seguros entre todos sus colaboradores? ¿Cuán más íntegras serían las organizaciones si estuviesen compuestas y dirigidas por muchos "Dantes"?
¡Piénsalo! ¿Cómo te sentiría trabajando en un lugar donde pudieras ser 100% tú mism@ todo el tiempo?
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